Hermano, me acuerdo de tu gorro rojo y cómo me ocultaba en el ropero para hacerte llorar en aquél juego. Al regresar a casa te busco y ahora, yo me escondo para que no me encuentres. Todo es juego, hermano, lo sabíamos. Nuestro corazón gemelo se ha cansado de buscarnos. El tiempo abruma. Sabes, no todo lo que mamá nos dijo era cierto. Tu vives oculto, extinto, enterrado. Y hoy con estas flores espero que cuando menos encuentres el perfume.
SANTA POLA
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Hemos perdido la capacidad de no hacer nada y de deleitarnos con la simple
observación. Las vacaciones se han convertido en un estresante periodo de
mal...
Hace 2 días.
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